También quiero ser morena, alta y que al ponerme tacones ningún tío pueda verme la cara, ahí, todos a mis pies.
Quiero sorprender, tener una sonrisa bonita y estornudar como lo hacen los gatos. Quiero tener mil pretendientes y solo un príncipe azul; fiel, guapo, sexy, alto, fuerte, sincero, cariñoso y que sea el Real representante de que "el tamaño importa." Quiero relajarme después de haberme tomado mi vaso de leche y comerme dos cajas de Oreo's sin que nadie me llame gorda. Quiero reír a carcajadas y correr sin zapatillas por la fría arena a media noche. Quiero escupir a esa guarra en la cara e irme a casa orgullosa de mi moratón en el ojo. Quiero hacerme mil fotos con mi conjunto de ropa interior favorita y ver como envidiosas me critican en sus tablones. Quiero volar. Quiero mandarte a la mierda y que no vuelvas nunca por haberte ahogado en ella. Quiero llorar cuanto me plazca y al minuto llamarte a las tres de la mañana, despertarte y decirte cuanto te amo. Quiero saltar con paracaídas en falda. Quiero hacerle un corte de mangas a mi profesor de tecnología a tres milímetros de su nariz. Quiero conducir con las ventanillas bajadas y el volumen de mi canción favorita a toda hostia. Quiero hacerlo en la playa, en tu sofá, en mi cama, en los probadores de mi tienda favorita y en la mesa de tu cocina. Quiero sonreír y que se me achinen los ojos. Quiero masticar y enseñarte el resultado. Quiero comerme dos hamburguesas y que las de la mesa de al lado me miren con cara de asco, por estar ellas a dieta. Quiero probarme la falda más corta y hacerme una foto en el probador, y cuando la suba a la web poner: "Nunca seré tan puta." Quiero saludar a los camioneros hasta que toquen la bocina y hacer que cualquiera de tus amigos me sonría y se caiga de la bici. Quiero comerme el mundo. Quiero morderte ese labio. Quiero. Quiero.
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