No quiero que te vayas pero creo que tampoco sería capaz de
pedirte que te quedaras, aquí o allí, conmigo, no podría. Nunca quise ser
egoísta. No quiero que te vayas pero supongo que eso no lo sabes o no lo ves.
No sé quererte, lo sé, no sé agarrarte y decirte que quiero estar más tiempo
contigo y que quiero que estés más pendiente de mi sonrisa, de mi mirada, de
mí. Siempre pienso en palabras, en abrirme con ellas y que tú y cientos me
encuentren realmente. Que te enamores de mí y que no puedas quitarme de tu
pensamiento por más que lo intentaras. Me da miedo todo ... todo. Me da miedo
conocerte más de lo que lo hago, y tengo miedo de que te vayas algún día. No
quiero ... no quiero dependencia ni echarte de menos. Me gusta que estés, y que
me mires en ese mismo instante. Sin pestañeos. Quiero que me abraces, que no me
sueltes ... Es lo único que necesito.
Y en es momento te das cuenta de que algo está pasando, de que te gusta demasiado su sonrisa, de que no es normal que tengas tantas ganas de besarle, no entiendes por que cuando el se acerca a ti se te acelera el corazón y es como si el mundo se parase y solo estuvieseis el y tu, pero ahora justo ahora te das cuenta de que estar con él es algo que no cambiarías por nada, es algo totalmente sobrenatural.
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